sábado, 13 de marzo de 2010

Ayer rescaté un librito que hace años me regalaron en una feria del libro de las que se realizaron en los pasajes del Metro en la ciudad de México,  Es la "Crónica de los Prodigios, más allá de lo humano" una compilación de relatos delos primeros cronistas españoles como Bartolomé de Las Casas, Fernández de Oviedo, Cabeza de Vaca, entre otros, que en sus textos "desfilan adivinos y hombres devotos; curanderos, apariciones, profecías, augurios, milagros y dioses. Animales fabulosos, demonios, ángeles, monstruos y santos"
El compilador es Felipe Garrido.
Entre otras narraciones podemos imaginar la pesadumbre que tenían los indígenas ante la imposición violenta de una religión ajena:
"Nos están diciendo que no conocemos nosotros al que está cerca y junto, al dueño del cielo, al dueño de la tierra; nos dicen que no son verdaderos los dioses nuestros dioses.
Pues es palabra nueva la que han dicho y por ella estamos apesadumbrados, estamos espantados."
"...ellos (los dioses) nos dan el alimento y sustento, todo lo que es comible y bebible: el maíz, los granos de maíz, el frijol, los bledos, la chía; a ellos les pedimos el agua, la lluvia, con la cual se cría todo en la tierra...Y, ¿nosotros acaso hemos de desmentir la doctrina de los ancianos?¿La doctrina de los chichimecas, la doctrina de los toltecas, la doctrina de los culhuacanos, la doctrina de los tepanecas?..."
Sahagún, Libro de los coloquios, cap. 7

Por otro lado leemos la intensa expectación de un marinero que luego de 70 días de navegación sin mirar más que mar y con gran inquietud  por lo desconocido, de repente, escucha un rumor lleno de esperanza y de incredulidad a la vez. Era la noche del 11 de octubre:
"...puesto que el Almirante a las diez de la noche, estando en el castillo de popa, vido lumbre; aunque fue cosa tan cerrada que no quiso afirmar que fuese tierra; pero llamó a Pero Gutiérrez, repostero destrados del rey, e díjole que parecía lumbre, que mirase él, y así lo hizo y vídola; díjolo también a Rodrigo Sánchez de Segovia, quel rey y la reina enviaban en el armada por veedor, el cual no vido nada porque no estaba en lugar do la pudiese ver. Después quel Almirante lo dijo, se vido una vez o dos, y era como una candelilla de cera que se alzaba y levantaba, lo cual a pocos pareciera ser indicio de tierra."
Fernández de Navarrete

También imagino, la visión de ese "nuevo mundo" que  tenían los habitantes europeos al escuchar los relatos de algunos marineros sobre aquello que veían o, a su vez, escuchaban de otras narraciones sobre animales fantásticos, gigantes o muy feroces. Hoy en día, la gente busca también animales fantásticos y continuamente aparecen en Internet noticias y fotos de algún animal que parece "sirena" u otro que aseguran es el "chupacabras". A continuación dos fragmentos de  aquellas épocas de la Conquista.

Hay peces que volan, y unas aves como grajas, que llaman laganes, las cuales se ponen en boca de las ballenas y se dejan tragar, y como se ven dentro, cómenles los corazones y mátanlas. Tienen dientes en el pico, o cosa que lo parecen, y son buenos de comer.
López de Gómora.

En esta tierra he tenido ciertas noticias de glifos, en unas sierras grandes que están cuatro o cinco leguas de un pueblo que se dice Teocan, hacia el norte, y de ahí bajaban a un valle entre dos sierras de muchos árboles que llaman ahuacatl. Aquí bajaban y llevábanse los hombres a las altas sierras, y allá se los comían, hasta que el valle se despobló de temor de tan fieras aves, que dicen los indios que tenían las uñas como de hierro fortísimas.
 Motolinía

martes, 2 de marzo de 2010

Parque La Alameda en Coatzacoalcos

El parque La Alameda se encuentra al sur de la ciudad de Coatzacoalcos, frente a la esquina de las calles Cristóbal Colón y Juan Osorio López.
Hacía varios años que tenía la intención de ir a conocer el lugar, hasta que hace una semana cargué mi cámara y dediqué una parte de la mañana para conocerlo. Es un lugar amplio que contiene canchas de básquetbol, fútbol y béisbol, un paseo que va rodeando un lago que le agrega un elemento más de tranquilidad al ambiente del parque
Fue una agradable sorpresa el encontrarme con un pequeño lago rodeado de palmeras, La parte derecha del parque está bordeado por una barrera de bambú y un pantano. Esa barrera en algunas partes deja un espacio más amplio entre el lago y el pantano y ahí se encuentran unas bancas de cemento, que invitan a pasar un rato leyendo algún libro. al menos en temporadas en que no aparecen los mosquitos, que son de temer, especialmente porque puede andar entre ellos el infame Aedes aegypti, que ya una vez, hace años, me hizo pasar muy malos momentos.
Las iguanas abundan y se les ve corriendo a refugiarse cuando alguna persona se acerca,
Una garza blanquísima tomaba, inmóvil, el sol en lo alto de un árbol. Un anuncio casi borrado me llamó la atención: “Cuidado! Cocodrilos”. Miré bien los alrededores antes de tomar mi cámara. Uno de los vigilantes del parque me informó que ya tenía meses que no aparecían "debe ser que ahora hay gente que se vino a vivir por ese lado del pantano y eso los ahuyentó"
El parque cuenta también con un modesto y algo descuidado parquecito infantil, un vivero en donde cultivan las plantas para el parque y un grupo de jaulas con changuitos, pavoreales y algún otro animalito que no se dejaba mirar, ¿quizás un tejón?.

Debe haber gran cantidad de ranas, porque en los canales para dirigir el agua de las lluvias encontré cientos y cientos de renacuajos que nadaban apresuradamente en la misma dirección.

En el fondo del paseo hay una pequeña explanada de piso de mosaico y columnas que la rodean  Desde ahí se puede apreciar al pantano con su exuberancia que lo hace un buen refugio para la fauna local.




Es de suponer que el parque, casi desierto en esa mañana de mi visita, tiene mayor número de visitantes los fines de semana. 






Fotos por: Hermilo Gómez L